LA SOLERA TAURINA DE BELMEZ
(Imagen: Plaza de toros de Belmez. 2009)
Me dispongo a escribir las presentes notas de colaboración, en las que quedará demostrada la solera de la afición en Belmez, nuestro pueblo, a la fiesta taurina y ello a través de un documento inédito de hace casi cuatro siglos, obrante en el Obispado de Córdoba.
Corría el año 1639 y el licenciado Marcos de Montenegro, Presbítero, Rector y Cura de la Parroquial de Fuente Majestad, comisión para que, como Juez, tome las cuentas de la fábrica de la Iglesia Parroquial y de las ermitas de Ntra. Sra. del Castillo, de Ntra. Sra. de los Remedios y de la hoy desaparecida de San Sebastián.
En cumplimiento del mandato, el licenciado Montenegro, hace comparecer ante él, en Fuente Obejuna, el 15 de mayo de dicho año, al licenciado Baltasar de Espronceda, Presbítero, vecino de Belmez, rector y Cura de la Parroquial de ella que había sido los años 1636 y 1637, y le pide cuenta de los maravedíes, trigo, cebada, y otras cosas y limosnas que a su cargo han sido en su tiempo. Este las entrega y, entre otras, al detallar los cargos correspondientes a las de 1636 de la Ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, aparece la siguiente partida.
"Mas se le cargan treinta reales en que se vendió el pellejo de un toro que se mandó por unos soldados que lo lidiaron en la dicha Villa".
El dato es claro y concluyente: en 1636 se toreó un toro, al menos, en Belmez, siendo los toreros unos soldados, no sabemos si de guarnición en el pueblo o que acompañaron a su paso camino de las múltiples campañas bélicas. Por ello, nada tiene de extraño la existencia constatada de festejos taurinos en la Villa en plazas anteriores a la actual, debidamente organizados, como por ejemplo las "corridas o capeadas de novillos" organizados por el Ayuntamiento durante la feria (7 al 10 de septiembre) de 1892, cuyo costo excedió en el doble la cantidad presupuestada, lo que obligó a postular entre industriales, comerciantes y demás personas del pueblo para equilibrar las cuentas. Por cierto, para publicitar los festejos se prepararon 100 ejemplares del programa que se distribuyeron a los pueblos limítrofes. O la becerrada y función teatral celebradas el 10 y 11 de septiembre de 1909 a beneficio de los heridos de la guerra de Melilla.
Rica historia en el mundo taurino, la de nuestro pueblo. Un motivo más para enorgullecernos de ser belmezanos.
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