viernes, 22 de junio de 2012

NUNCA FUE TORERO DE DESPACHOS...

EN LOS TOROS SOBRAN DESPACHOS.
Tomás Moreno, con el rabo en la derecha y la verdad en la izquierda.

La fiesta de los toros, lo quieran o no, es un extenso, enorme conflicto, entre la libertad de contratación y la servidumbre, la opulencia de unos pocos y la miseria de los más, la sabiduría de unos cuantos y la ignorancia o la bondad de otros...,todo, tras las bambalinas espectaculares de unas empresas que se esfuerzan en decir que no existe discriminación alguna, etcétera. Pero la realidad está demostrando todo lo contrario, y eso es lo grave.
Lo grave y lo intolerante. Porque nuestro personaje de esta semana, Tomás Moreno "El Tempranillo", matador de toros cordobés, no está incluido en el grupo de "los simpáticos" para los grandes empresarios y, de este modo, a pesar de cortar orejas y rabos en sus actuaciones, le está costando un riñón y parte de otro abrirse paso en esta difícil profesión.
Sin embargo, él. culto, respetuoso, espera y confia...
Revista: LA JAULA. Nº. 20. Octubre 1976.