PERSONAJES DE LA FIESTA. LA CUADRILLA

Si existen personajes destacados dentro de la Fiesta taurina, esos son sin duda los miembros de la cuadrilla del matador. Curtidos la mayoría de ellos en mil batallas de arraigo torero, con experiencia, conocedores de su profesión, y cargados de ningún tipo de protagonismo, sabedores de su importancia y eficacia en el desarrollo de la lidia, con el objetivo de conseguir el triunfo de su jefe de filas.

(Imágen: Feria de Belmez 2009. Fernando Rivera)

En los comienzos del toreo es el picador el principal protagonista de las cuadrillas, cuya presencia se veía en el ruedo, antes incluso de que apareciese la res a lidiar, de ahí si prestamos atención veremos como son los únicos miembros de la cuadrilla que pueden llevar la casaquilla bordada en oro, en lugar de la chaquetilla de plata o azabache de los de a pie, privilegio que ostentan por tal motivo. Es sin embargo, el rondeño Juan Romero, quien profesionaliza y organiza lo que conocemos en la actualidad como la cuadrilla de un torero.

Los matadores de toros que pertenezcan al grupo especial deberán llevar cuadrilla fija, es decir, solo podrán actuar con el mismo diestro a lo largo de la temporada. Los miembros de la cuadrilla se distribuyen por cada diestro de la siguiente manera: dos picadores, tres banderilleros, y en el callejón el mozo de espadas y su ayuda. La función de cada uno de ellos en el ruedo durante la lidia de cada res es la siguiente: cada picador estará de tanda en un toro, mientras que en el segundo estará de reserva ó hará puerta como se suele decir. Los banderilleros primero y segundo de cada cuadrilla, intervendrán en dos pares de banderillas en cada uno de los toros, mientras que el tercero lo hará en un solo par en cada toro, realizando en la mayoría de los casos la función de puntillero, y como auxiliar en la lidia del toro que corresponda al siguiente matador.

Por último decir que es fundamental una buena colocación en el ruedo, dentro de cada tercio, que debe respetarse y tener muy en cuenta, siempre como hemos comentado al principio con mucha sobriedad, no haciéndose notar y sintiéndose torero en cada momento.