miércoles, 16 de septiembre de 2009

MANUEL BENÍTEZ "EL CORDOBÉS" (FENÓMENO SOCIAL)


Por: DANIEL SOLANO SÚJAR. (Aficionado belmezano)
(IMAGEN: El Cordobés hizo el paseíllo en la plaza de Belmez, con casco y lámpara minera)

Manuel Benítez Pérez "El Cordobés", nace en Palma del Río el día 4 de mayo de 1936, una vida llena de penurias le llevó adquirir esa gran afición por los toros, saltándose verjas y puertas en esas noches de luna llena andaluza,para quitarle unos pases en el silencio de la noche a esos bravos toros, con más de un susto y revolcones.

Tomó la alternativa en la ciudad de Córdoba, el día 25 de mayo de 1963, su padrino Antonio Bienvenida y actuó de testigo José Mª. Montilla, con toros de Samuel Flores. Su presencia en la plaza de toros de Las Ventas coincidió con la de la confirmación de su alternativa, llovió torrencialmente antes de la corrida, Pedrés fue su padrino de ceremonia, cedió a Manuel Benítez el toro "Impulsivo" de la ganadería de Benítez Cubero, en presencia de Palmeño, que también hizo de testigo de ceremonia, El Cordobés, se llevó el toro a los medios, y allí inició la faena con su peculiar estilo, al iniciar el muletazo el toro le hizo un derrote y ya en la arena le clavó el pitón en la ingle, pese a no haber matado al toro se le concedió una oreja.

Pero para conocer al fenómeno "cordobesista", y lo que representó en su momento, El Cordobés, más que un fenómeno taurino, fue un fenómeno social, por eso contó con un apoyo constante de los aficionados a la fiesta Nacional. El Cordobés aparece en escena en la posguerra, vive más intensamente en la fiebre del desarrollismo, el español medio que lleva mucho tiempo esperando poder disfrutar de los bienes de la sociedad consumista, El Cordobés es un hombre que surge de la nada, con sus alforjas totalmente vacías, sin cultura, sin formación, rudo en sus acciones y sin otra ambición que la de ser rico, poseer coches, cortijos y lujos, existen muchos puntos de coincidencia que fueron afines en el apoyo a este torero de las clases sociales modestas, tremendamente mayoritarias en el País.

Las clases altas sociales tardaron más en aceptarlo, al principio lo recibieron solo a modo de "bufón", de hombre rudo que comete torpezas, que hace reír, por eso lo cogieron. El Cordobés aceptó el juego, seguir la corriente no debió costarle mucho trabajo.

La imagen de Manuel Benítez "El Cordobés", se vendió en toda España y en toda Sudamérica, con la misma programación, aunque con sistemas distintos.

Rafael Sánchez "El Pipo", fue su apoderado y el verdadero impulsor de su magia, su tosco toreo, se fue convirtiendo dentro del engranaje taurino en un torero conservador. El Pipo puso en juego a El Cordobés, unos efectos publicitarios que hasta entonces nunca se había utilizado en el mundo del toro. El secreto de El Cordobés en la plaza, fue la quietud, el estarse quieto, el transmitir valor, jamás se esforzó por hacer el toreo hondo, ni por darle el pecho al toro, ni abrir el compás, lo suyo era ponerse de perfil con la muleta detrás, así evitaba la primera parte del muletazo que le era más complicada y peligrosa. Hay que anotarle a su favor que supo entender perfectamente la psicología no sólo del hombre de la calle, sino de la gente del tendido, el llamado "salto de la rana", para el que se necesita estar en forma...

El revalorizó el toreo, él hizo que los sueldos subieran en proporciones inimaginables y que todos sus compañeros ganaran más dinero, tuvo la gran habilidad de no someterse jamás al monopolio empresarial, hizo que todos los empresarios viajaran a Villalobillos, para contratarle y rogarle que no se retirara de la profesión.

Manuel Benítez "El Cordobés", fue siempre una persona muy generosa, ayudó a muchísima gente, fue muy criticado por un sector anticordobesista, esos críticos taurinos, tuvieron sus más y sus menos con él, rendiéndose posteriormente y poniéndose a sus pies. Las críticas se volvieron elogios e incluso hacia su torero. MANUEL BENÍTEZ "EL CORDOBÉS", dejó siempre una impronta y un buen sabor en el coso taurino belmezano, de novillero y de matador piso nuestro albero, y el día más importante para mí como aficionado, fue cuando toreo aquel festival en homenaje a los MINEROS BELMEZANOS, debido a esa explosión minera. Ese día MANUEL BENÍTEZ "EL CORDOBÉS", se ganó esa gran titulación que le dio en su día, ese tribunal, celoso del buen toreo, otorgándole el premio más exquisito del mundo del toro, nombrándole "CALIFA"

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